martes, 21 de febrero de 2012

«Los vecinos tienen corazón con quien no paga porque sufre problemas»

MIGUEL ÁNGEL MUÑOZ, PRESIDENTE DEL COLEGIO DE ADMINISTRADORES DE FINCAS, ANALIZA LA REALIDAD DE LAS COMUNIDADES DE PROPIETARIOS.

  Miguel Ángel Muñoz, presidente del Colegio de Administradores de Fincas de Madrid y del Consejo General de Colegios de Administradores de Fincas de España, el órgano que representa a este colectivo profesional encargado de velar por el correcto funcionamiento de las comunidades de vecinos –se estima que el 85% de ellas cuenta con un administrador–.

  Muñoz asegura que la crisis económica se ha dejado notar «y mucho» en el seno de las comunidades de propietarios. «Es inevitable», comenta, «muchas personas están teniendo problemas y han dejado de pagar sus recibos».
  «Hasta tal punto», asegura, «que en Madrid el 22% de las comunidades tienen vecinos morosos». Por eso, la lucha contra la morosidad es uno de los principales retos a los que se enfrenta este sector profesional. 

  Muñoz explica que una de las primeras cosas que deja de pagar quien tiene problemas económicos son los recibos de la comunidad. «Primero», asegura, «porque sabe que el impago tarda dos meses en detectarse, y segundo –continúa– porque cuando la comunidad lo detecta, hay que convocar una junta antes de iniciar acciones legales, lo que puede suponer que haya dejado de pagar hasta cuatro recibos».

  Pero no todos los morosos son iguales, ni dejan de pagar por los mismos motivos. «Y eso lo sabe el resto de propietarios», dice Muñoz. «Los vecinos, por regla general, tienen corazón los unos con los otros porque se conocen de toda la vida y suelen ser condescendientes y dar unos meses para que quien tiene problemas los solucione», opina Muñoz. «Pero sólo si detectan que la situación es real », puntualiza.

  Porque en muchas fincas existe lo que Muñoz llama «el moroso profesional». Para los administradores, éste es «el que retrasa sistemáticamente el pago de los recibos hasta el final y sólo se pone al día cuando ve la convocatoria de una junta extraordinaria o incluso después». «Es una persona que juega con los plazos de manera continuada para ir reteniendo los pagos», concluye Muñoz, quien asegura que, en esos casos, las comunidades actúan «de forma rápida y ágil».

  Pero la crisis no sólo ha hecho crecer exponencialmente los impagos por parte de las familias, sino que ha creado la figura de nuevos morosos en las comunidades: las entidades financieras y los promotores. «Cuando una entidad financiera se hace con un piso pasan entre seis y ocho meses hasta que lo tienen controlado, atienden sus gastos y los provisionan contablemente», comenta Muñoz.

  El verdadero problema ocurre cuando la entidad financiera o la promotora de turno tiene varios inmuebles desocupados en un mismo edificio y se retrasa varios meses en los pagos de las cuotas. Entonces, son el resto de vecinos quienes tienen que hacer frente a todos los gastos con derramas extras.

  «Hay comunidades de nueva creación en las que únicamente están habitados el 15% de los inmuebles y los vecinos no pueden asumir todos los gastos», asegura el presidente de los administradores de fincas. «Aunque por mi experiencia», dice, «estoy convencido de que llegado el caso, alguien se pone a sacar horas para mantener el patrimonio por el que ha pagado aunque no le corresponda».

  Otro de los retos en los que está embarcado este sector, en palabras de su presidente, es el de «trasladar a la ciudadanía que la marca administrador de fincas colegiado es una marca de prestigio social y una garantía para los clientes».

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